martes, 28 de abril de 2015

Maria Gaetana Agnesi

 María Gaetana Agnesi, filósofa y matemática italiana, nació el 16 de mayo de 1718.

 Se distinguió como políglota, llegó a aprender a hablar 7 idiomas diferentes, que puso en uso para muchas de sus obras; y polemista ilustrada. Se la recuerda sobre todo como una matemática, aunque también se la califica de lingüista, filósofa, y más raramente teóloga.


 En 1748 publicó Instituzioni analítiche ad uso della gioventù italiana, tratado al que se atribuye haber sido el primer libro de texto que trató conjuntamente el cálculo diferencial y el cálculo integral, explicitando además su naturaleza de problemas inversos. El primer tomo está dedicado a las magnitudes finitas, en tanto que el segundo se ocupa del análisis de infinitesimales.
 Además, en 1786 María tuvo relación con unas obras importantes de Isaac Newton, en una de ellas, sobre los principios naturales matemáticos, Newton describía la fuerza que hace caer a todos los cuerpos como igual a la fuerza que permite a la luna y a los planetas quedarse en la órbita.


 Entre los afortunados ejemplos del libro hay uno, al final del primer volumen, que consiguió para María Gaetana Agnesi un lugar en los índices onomásticos de los libros de texto, y en los manuales de fórmulas y tablas matemáticas, y que la ha hecho famosa en mayor medida que todos sus otros méritos: La bruja de Agnesi.
 Se trata de una curva que Fermat había estudiado en 1630, y para la que Guido Grandi, en 1703, había dado un método de construcción.
 Lo de "bruja" es un error de traducción; sólo usan ese término el inglés y las lenguas que han copiado el nombre del inglés. Guido Grandi llamó, en 1718, a la curva versoria en latín, y versiera en italiano. Es un término naval, que identifica la cuerda o cabo que hace girar la vela.


 Entre 1750 y 1752 consta que era catedrática de matemáticas en la Universidad de Bolonia, seguramente de forma honorífica. Durante los cuarenta y siete años siguientes dedicó su vida y hacienda a la caridad y al cuidado de los pobres, ya fuera como menesterosa residente, como monja de la congregación, o más probablemente como ambas cosas, pues tal era el sentido de su vocación, hasta que, en 1799, encontró la muerte en el mismo hospicio que había dirigido.



 Alberto Plaza, 3º B TIC

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