En mi antigua escuela eramos 6 niños, 4 de la misma edad, mi hermana con dos años menos y una niña de infantil. La escuela contaba con dos aulas, un baño, un cuarto para guardar los materiales de educación física y demás, y un recibidor.
La maestra se encargaba de dar las siguientes asignaturas: Matemáticas, Lengua, Conocimiento del Medio y Plástica.
Para Música, Inglés, Religión y Educación Física venían profesores y profesoras especializados.
En un día normal de clase, empezábamos a las 9:45, hacíamos tres clases de 45 minutos cada una y a las 12:00 salíamos al recreo hasta las 12:30. Luego hacíamos otras dos clases y nos íbamos a comer a las 14:00. Mas tarde, a las 15:15 volvíamos a entrar para hacer otras dos clases hasta las 16:45.
Al vivir todos los alumnos en el mismo pueblo no hacía falta comedor escolar.
Hubo un curso, en el que llegue yo en tercero, que eramos 7 alumnos. Luego hubo dos que eramos 8, al empezar la escuela la niña de infantil, y finalmente el año en el que curse 6º nos quedamos 6 tras la marcha de dos alumnos.
En las clases la maestra explicaba primero a los mayores, uno de ellos era yo y otro juan, luego a mi hermana y luego a la de infantil. A medida que no entendíamos algo o que terminábamos las tareas mandadas íbamos pasando por su mesa.
La escuela se cerro cuando termine 6º de primaria, por falta de alumnos. Los alumnos y el profesor de música le dedicamos una canción que grabamos y que aun conservo. La escuela llevaba mas de un siglo abierta, ya que una vez la maestra rebuscando en un viejo armario encontró un documento fechado, si no recuerdo mal, en septiembre de 1900 en el que se indicaba que empezaba el curso.
Esteban me ha encantado tu entrada del blog, me encantaría escuchar algún día esa canción.
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